Si tus presupuestos no funcionan, es probable que estés cometiendo alguno de estos errores y aquí te damos las soluciones:
- ¿Estás siendo poco realista?: No intentes reducir demasiado tus gastos de golpe. Por ejemplo, si gastas $200 en ocio, ajusta gradualmente en lugar de eliminarlo por completo.
- ¿No estás revisando regularmente?: Tu presupuesto debe adaptarse cada mes. Bloquea tiempo para revisarlo semanalmente y ajustarlo según imprevistos.
- ¿Tienes metas claras?: Sin un propósito, es difícil motivarte. Define objetivos concretos, como ahorrar $1,000 en 6 meses o pagar una deuda específica.